Mar 3, 2010

EN EL ABSURDO

las sillas,
la cantante: calva, peluda, pelada, perempenpeada,
todo esto huele mal,
un entendimiento del vulgo,
un malentendimiento del no vulgo también,
todos malentendidos,
los que siempre lo han estado,
y los que por primera vez lo están.
las frecuencias de radio estallan,
la Bergman me mira desde lo alto,
- lo sé –
son ojos buenos,
ojos que van más allá del talento,
si,
más allá del malentendido talento,
no esos ojos de amargura,
de rezos paganos,
de verdades encubiertas,
son otros ojos…
¡tantos ojos últimamente!
cualquiera diría que estoy en la plena psicosis,
pero no
es sólo neurosis
la de siempre
solo que con un efecto de juguera.
todo esto es absurdo,
no todo,
solo todo esto que me pasa:
los pectorales a pixeles,
las ansias frustradas,
los saqueos,
las pantallas,
las pistolas al cuello,
las restricciones horarias,
mis vómitos que sólo mi gemela entiende,
mi meláncolia por los eternos días de invierno de los noventas,
esas sonrisas que no le interesan a los payasos,
los gestos que se van por las grietas,
los abrazos rotos,
las lunas multiplicadas,
las noches raras,
la escasez de agua,
la escasez de temas,
la escasez de opinión.

Desilucionado de la idea de esfuerzo,
tantas horas botadas a la basura,
tanta energía desperdiciada,
tanto para nada.

No todo lo que brilla es oro,
no todo lo que tiembla es tierra,
ni lo que comemos se traga,
ni lo que escuchamos se nomina al grammy,
no todo lo que decimos es escuchado,
no todo lo que doy es entregado,
fallas en el envío,
no se puede leer el archivo,
y la gente se olvida,
y da la vueta,
y se encuentra con algo que piensa que es mejor,
pero es el absurdo personificado,
es esa mala visión,
es la sobrevaloración misma de Ionesco,
y nadie se da cuenta,
y prefiero callar,
callar y escribir,
callar y ser irónico,
comentar y ser sarcástico,
ser absurdo en el absurdo,
y brindar sin chistar,
y tener esperanza,
que aunque sea igual de absurda que todo, me ayudará.